Muchos se preguntan cómo ser detective privado. En España hay más de 4.200 licencias de detectives privados y más de 1.200 despachos, un 80% más que hace diez años. Entre su rutina destacan los escándalos políticos, los fraudes o los casos de corrupción, pero también son contratados para demostrar infidelidades, investigar dudosas bajas laborales, buscar a personas desaparecidas o para esclarecer custodias de menores. No hay que caer en el error de comparar a un detective privado con los espías de las películas, ya que estos no cometen ningún acto fuera de la ley ni su vida es tan apasionante.

En la mayoría de sus intervenciones tienen que hacer muchas horas de vigilancia y no saben cuándo acabará su jornada laboral. Si aún así te sigue pareciendo una profesión fascinante, te vamos a contar cómo ser un detective privado.

Requisitos exigidos para ser detective privado

En primer lugar, hablaremos de la formación que se necesita para convertirse en un detective de verdad, para lo que se requiere un título universitario dentro del ámbito de la investigación privada que acredite las competencias determinantes o bien del título del curso de investigación privada reconocido por el Ministerio del Interior.

Una vez obtenido uno de estos títulos, esto es lo siguiente que te exigirá el Ministerio del Interior para poder certificarte como un auténtico detective privado.

Aptitudes y actitudes necesarias

Partiendo de la base de que cada persona es un mundo, sí se pueden definir las virtudes de un buen detective privado:

  • Capacidad de improvisación y anticipación.
  • Intuición.
  • Paciencia
  • Perseverancia.
  • Destreza en la conducción.
  • Capacidad de planificación.
  • Ética y moral.

Si llegado aquí consideras que no reúnes todas estas condiciones, no desesperes. Muchas de ellas se van entrenando y perfeccionando en el día a día ante las adversidades